Bellas d’as modificacions más graus son:
– S’acotola con qualsiquier atisbo de democraticidat que pudiese existir en os centros educativos; a figura d’o director (formau tecnocraticament) adquiere un gran poder sobre o centro a la hora de dirichir-lo en detrimento d’o Consello Escolar que queda reducido a un mero organo consultivo.
– Os centros de secundaria tendrán cierta «autonomía» ta decidir sobre as asignaturas y as modalidatz de Bachiller que imparten lo que de facto significa que a inmensa mayoría d’institutos, cheneralment faltos de financiación y que en Aragón gosan estar muit chicorrons, opten por amostrar unicament os chenerals excluyendo a ufierta y condenando a os estudiants con atras perspectivas a tener que ir-se t’atro centro y desplazar-se (si ye que en pueden). Isto conlleva, chunto con a reestructuración curricular, a que, por eixemplo, asignaturas como a filosofía u a historia queden marchinadas de traza espectacular, a que desapareixcan en a practica bells bachillers y, en cheneral, a despidos masius de profesors y reducción d’a ufierta educativa.
– S’empenta o nacionalismo espanyol blindando a educación en castellano y atentando contra as competencias d’as comunidatz en materia d’ordenación lingüistica y de cooficialidat en a educación.
– Se reintroduce a revalida franquista como metodo de segregación y encaminamient d’os estudiants t’a elitización d’a educación. Se leva a cabo con una prueba en tercero d’a ESO que se suma a as que (s’introducen) deben fer-se a final de cuarteno t’aprebar o graduau y a final de 2º de BTO t’aconseguir o titol de bachiller.
– Baixo a egida d’a supuesta «autonomía» d’as universidatz les ne da a capacidat de admisión d’o estudiantau, un amplo marguin que en a practica se concretará atendiendo a criterios unicament mercantils tals como; o bachiller trigau, as notas en asignaturas instrumentals, o numero y puesto d’anyos treballaus… lo que suposa a todas luces de nuevo a división social y o impedimento ta gran parti d’as clases populars t’acceder a l’amostranza superior.
– Legalización d’os centros privaus que disgregan a os alumnos en función d’o sexo y un aumento important d’o paper d’a educación privada a totz os rans.
– Se acaba con cualquier atisbo de democraticidad que pudiera existir en los centros educativos; la figura del director (formado tecnocráticamente) adquiere un gran poder sobre el centro a la hora de dirigirlo en detrimento del Consejo Escolar que queda reducido a un mero órgano consultivo.
– Los centros de secundaria tendrán cierta «autonomía» para decidir sobre las asignaturas y las modalidades de Bachiller que imparten lo que de facto significa que la inmensa mayoría de institutos, generalmente faltos de financiación y que en Aragón suelen ser bastante pequeños, opten por enseñar únicamente los generales excluyendo la oferta y condenando a los estudiantes con otras perspectivas a tener que irse a otro centro y desplazarse (si es que pueden permitírselo). Esto conlleva, junto con la reestructuración curricular, a que, por ejemplo, asignaturas como la filosofía o la historia queden marginadas de manera espectacular, a que desaparezcan en la práctica algunos bachilleres y, en general, a despidos masivos de profesores y reducción de la oferta educativa.
– Se refuerza el nacionalismo español blindando la educación en castellano y atentando contra las competencias de las comunidades en materia de ordenación lingüística y de cooficialidad en la educación.
– Se reintroduce la reválida franquista como método de segregación y encaminamiento de los estudiantes para la elitización de la educación. Se lleva a cabo con una prueba en tercero de la ESO que se suma a las que (se introducen) deben hacerse a final de 4º para aprobar el graduado y a final de 2º de BTO para conseguir el título de bachiller.
– Bajo la égida de la supuesta «autonomía» de las universidades se les da la capacidad de admisión del estudiantado, un amplio margen que en la práctica se concretará atendiendo a criterios únicamente mercantiles tales como; el bachiller escogido, las notas en asignaturas instrumentales, el número y lugar de años trabajados… lo que supone a todas luces de nuevo la división social y el impedimento para gran parte de las clases populares para acceder a la enseñanza superior.
– Legalización de los centros privados que disgregan a los alumnos en función del sexo y un aumento importante del papel de la educación privada a todos los niveles.